La renovación de la caché DNS (FLUSH DNS) es un procedimiento importante que se utiliza cuando cambiamos de dirección IP o adquirimos un nombre de dominio nuevo. En estos casos, la propagación de las DNS no se realiza hasta pasadas unas 72 horas. Es entonces cuando se necesita renovar la caché DNS, para poder eliminar el problema de tener registros obsoletos de DNS.
A continuación, te explicamos cómo renovar la caché DNS en sistemas Microsoft Windows, Linux y Mac OS.
Renovar la caché DNS en sistemas Microsoft Windows
En sistemas Microsoft Windows (Windows 7, Vista, Win XP, Win 2003, Win 2000) la renovación de la caché DNS es muy sencilla. Para ello, sigue los siguientes pasos:
- Abre el menú Inicio de Windows.
- Haz clic en la opción Ejecutar.
- Escribe el comando “cmd” y pulsa Enter para abrir la ventana de comandos.
- En la ventana de comandos, escribe el comando “ipconfig /flushdns” y pulsa Enter.
- Una vez que se ejecute este comando, la caché DNS se renovará automáticamente.
Renovar la caché DNS en sistemas Linux
Para renovar la caché DNS en sistemas Linux, se debe reiniciar el nscd daemon. Para ello, sigue los siguientes pasos:
- Abre una terminal SSH.
- Escribe el siguiente comando en la terminal: /etc/rc.d/init.d/nscd restart
- Una vez que se ejecute este comando, la caché DNS se renovará automáticamente.
Renovar la caché DNS en sistemas Mac OS
Para renovar la caché DNS en sistemas Mac OS, es necesario utilizar la terminal. Sigue los siguientes pasos:
- Abre la aplicación Terminal de Mac OS.
- Escribe el siguiente comando en la terminal: lookupd -flushcache
- Si utilizas una versión de Mac OS igual o superior a 10.5 (Leopard), utiliza el siguiente comando en su lugar: dscacheutil -flushcache
- Una vez que se ejecute este comando, la caché DNS se renovará automáticamente.
¿Por qué es importante renovar la caché DNS?
Renovar la caché DNS es importante porque permite que los cambios en la dirección IP o en el nombre de dominio se propaguen rápidamente a través de Internet. Si no se renueva la caché DNS, los registros obsoletos de DNS pueden persistir en la memoria del equipo y provocar errores al acceder a sitios web o servicios en línea.
Por ejemplo, si cambias el nombre de dominio de tu sitio web, pero no renuevas la caché DNS, los usuarios que accedan a tu sitio web pueden recibir un error de «Página no encontrada» o «Error de conexión». Esto se debe a que la caché DNS del equipo del usuario aún contiene el registro anterior de DNS y no puede encontrar la nueva dirección IP de tu sitio web.
Conclusión
En resumen, renovar la caché DNS es una tarea sencilla que se puede realizar en cualquier sistema operativo. Este procedimiento es esencial para garantizar que los cambios en la dirección IP o en el nombre de dominio se propaguen rápidamente a través de Internet y que los usuarios puedan acceder a sitios web o servicios en línea sin problemas. Si tienes problemas para acceder a un sitio web o servicio en línea después de realizar un cambio en la dirección IP o en el nombre de dominio